Tres formas en que la cadena de suministro puede prepararse para el cambio en el mercado actual. Por: Kim Curley, Vice President, People & Organization Consulting.
“Si el ritmo de cambio en el exterior supera el ritmo de cambio en el interior, el fin está cerca”, Jack Welch, antiguo presidente y consejero delegado de General Electric.
Siempre recuerdo este dicho cuando pienso en la gestión del cambio organizativo, especialmente en el sector de la cadena de suministro. Este sector se enfrenta constantemente a cambios incesantes, tanto externos como internos. De hecho, nació de él.
Por supuesto, la gestión del cambio es fundamental en todos los sectores, pero en la cadena de suministro, las organizaciones buscan constantemente soluciones innovadoras para responder a las siempre cambiantes condiciones del mercado y a la evolución de las expectativas de los clientes. Por si fuera poco, deben gestionar y poner en funcionamiento de forma eficiente prácticamente todo, desde el aprovisionamiento hasta el inventario, pasando por la distribución, el transporte y la entrega en el último tramo.
En un escenario así, abrazar el cambio es necesario para sobrevivir. Sólo aquellas organizaciones que creen una cultura del cambio, fomenten el talento y hagan crecer las competencias podrán afrontar ese reto con entereza.
Entender que el cambio no es opcional
En el reciente informe de NTT DATA 2025 3PL(Third-party Logistics), el 61% de los transportistas y el 73% de los 3PL afirmaron que el cambio en sus cadenas de suministro era crítico o significativo. Aunque es interesante observar que sólo un tercio de los transportistas (28%) dijo que era crítico. En comparación con incluso menos de los 3PL -menos de una quinta parte (18%). Esto podría deberse a que los transportistas se enfrentan a presiones más directas de los clientes y de la competencia que los 3PL. Más preocupados por la excelencia operativa y la gestión de costos. En cualquier caso, no se puede pasar por alto la necesidad de cambio, especialmente la capacidad de transformarse rápidamente y de innovar.
La gestión del cambio organizativo, cuando se hace correctamente, presenta un enfoque estructurado para facilitar las transiciones, aumentar la eficiencia y mejorar el compromiso de los empledos. Todo ello ayuda a las organizaciones a sobrellevar las disrupciones con eficacia. Para los transportistas y los 3PL, significa adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías y procesos, satisfacer e incluso anticiparse a las fluctuantes condiciones del mercado.
El cambio es para las personas y por las personas
Las personas están en el centro de la gestión del cambio organizativo porque son las que impulsan la adopción de nuevos procesos, tecnologías y estrategias. Esto es especialmente cierto en el sector de la cadena de suministro, en el que se depende tanto de los socios ascendentes y descendentes como de la solidez de esas relaciones. Aunque la tecnología puede ayudar a facilitar las operaciones, siguen siendo las personas las que impulsan (o no) el éxito. Tanto si se trata de reubicar inventarios, hacer frente a las cambiantes preferencias de los clientes o satisfacer la rápida evolución de equipos logísticos modificados.
Cuando preguntamos a transportistas y 3PL cuáles eran los requisitos para gestionar el cambio con éxito, las dos respuestas que surgieron en primer lugar fueron a) la capacitación de las personas y b) la implicación con las personas.
No es de extrañar, porque el éxito de la transformación depende de la medida en que las personas apoyen o se impliquen en la iniciativa de cambio. Esto se ve reforzado por la capacidad de la organización para crear una cultura persistente que acepte el cambio. Y para conseguir también la implicación de los directivos.
Buenas prácticas: Dirigir con empatía y hacer que los empleados se sientan valorados; comunicar abiertamente, pronto y a menudo. Escuchar activamente y tomar medidas en función de los comentarios; involucrar a las personas en la toma de decisiones. Fomentar el sentido de la responsabilidad y el compromiso, desde el nivel directivo hasta la planta de producción.
Crear el talento y las habilidades necesarias para apoyar el cambio
Cuando preguntamos a los 3PL cuáles eran los obstáculos para la implantación de la IA, un 25% dijo que era la falta de personal calificado. Más allá del meteórico aumento de las habilidades relacionadas con la IA, el incremento de la adopción de tecnologías avanzadas como los sensores habilitados por 5G, blockchain, informática avanzada, tecnologías de aprendizaje automático y herramientas de colaboración remota significa que las organizaciones de la cadena de suministro tendrán que mejorar su juego tecnológico rápidamente.
Y a pesar de que los 3PL están invirtiendo y adoptando tecnología, siguen existiendo discrepancias entre la implantación y la demanda. Por ejemplo, el 33% de los transportistas espera disponer de capacidades de planificación de la oferta y previsión de la demanda. Pero menos de una quinta parte (19%) de los 3PL prevé implantarlas en este ámbito. La visibilidad de la torre de control (68%), la analítica avanzada (50%) y las soluciones basadas en la nube (40%) aparecen como las principales necesidades de los transportistas. Pero sólo el 55%, 42% y 39% respectivamente de los 3PL tienen capacidades en estas áreas.
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A medida que entran en juego más y más tecnologías, también significa que las organizaciones necesitarán atraer nuevos talentos y visionarios. Si bien esto ha sido una tarea difícil en esta industria durante un tiempo, la mayor dificultad puede ser encontrar la manera de retener a los que traen a sus organizaciones. Para ello, los transportistas y los 3PL tendrán que invertir en la modernización de las herramientas. Así como en los sistemas que apoyan el ciclo de vida de los empleados, desde la contratación hasta la jubilación. Los programas de formación y desarrollo que permiten carreras flexibles y atractivas y el fomento de una cultura de aprendizaje continuo. Esto no sólo mejorará las capacidades individuales, sino que también reforzará el vínculo entre empleado y empleador. Y todos sabemos que cuanto más conectada y comprometida esté la mano de obra, mejor podrá adaptarse a los imprevistos.
Mejores prácticas:
Invertir en innovación y herramientas de transformación para apoyar el ciclo de vida completo de los empleados. Ofrecer programas de formación específicos y flexibles; invertir en asociaciones de formación con proveedores para cursos especializados. Proporcionar tutoría, formación entre iguales y formación en el puesto de trabajo; permitir programas de aprendizaje interfuncionales.
Jack Welch también dijo: “Donde hay cambio, hay oportunidad», y creo que hay una oportunidad para que esta industria haga un cambio fundamental de mentalidad. Porque históricamente, los seres humanos siempre han estado en el centro de la fabricación y de la línea de la cadena de suministro. De hecho, la idea de capital humano surgió de esta industria. Ahora la industria se enfrenta a un cambio trascendental porque esta idea está siendo trastocada por las tecnologías avanzadas. Cambiar la mentalidad y definir el papel de las personas tecnológicamente capacitadas en esta industria será crucial para el éxito. Y ese éxito sólo puede producirse con las estrategias adecuadas de gestión del cambio organizativo”.
