Innovación estudiantil en la industria automotriz: El equipo representativo de la UNAM en la Fórmula SAE: Por Aldo Santillán
El talento joven que está revolucionando la manufactura automotriz
El sector industrial y de manufactura en México tiene un semillero de innovación y talento que muchas veces pasa desapercibido. Un claro ejemplo de ello es el equipo representativo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la competencia internacional Fórmula SAE.
Apoyado por empresas como MISUMI y Siemens, el equipo conformado por estudiantes de diversas disciplinas diseña, manufactura y compite con un prototipo eléctrico de alto desempeño, demostrando que la formación académica puede alinearse con las exigencias del mundo laboral y empresarial.
Un proyecto integral con impacto global
La Fórmula SAE es una competencia de renombre internacional donde equipos universitarios de todo el mundo desarrollan vehículos de carreras en un entorno de alta exigencia técnica y logística. En México, la escudería de la UNAM lleva más de 15 años participando y compitiendo con éxito, siendo el único equipo con un prototipo completamente eléctrico en el país.
“Nosotros diseñamos, manufacturamos y competimos con nuestro prototipo eléctrico tanto a nivel nacional como internacional, demostrando el potencial de la ingeniería mexicana”, señala Anhur Pineda, estudiante de Administración y miembro del equipo.
Colaboración interdisciplinaria: la clave del éxito
El equipo de la UNAM está conformado por aproximadamente 60 estudiantes de diversas disciplinas, incluyendo ingeniería mecánica, eléctrica, industrial, administración y comunicación. Esta diversidad permite que el proyecto se aborde desde una perspectiva integral, donde cada especialidad aporta valor en un área clave.
“Las carreras de comunicación y administración juegan un papel fundamental en la difusión del proyecto y en la gestión de recursos. Mientras tanto, los ingenieros se encargan de la parte técnica, desde la transmisión hasta el diseño de baterías y la dinámica del vehículo”, explica Samantha Paz, estudiante de Ciencias de la Comunicación.
Esta colaboración permite a los estudiantes desarrollar habilidades técnicas y blandas que los preparan para el mundo laboral. Desde la gestión de proyectos hasta la fabricación y prueba de componentes, el equipo opera bajo los mismos desafíos que enfrentan las empresas del sector automotriz e industrial.
Innovación y manufactura nacional
Uno de los logros más significativos del equipo es que el prototipo se fabrica completamente en México, sin intervención directa de profesores, aunque con asesorías y capacitaciones constantes. La integración de tecnologías avanzadas y la personalización de componentes son clave en el proceso.
“Trabajamos con MISUMI, una empresa que nos apoya con la fabricación de componentes personalizados para nuestro prototipo. Esto nos permite optimizar diseños y tiempos de entrega, asegurando la competitividad del vehículo”, explica Hugo Sánchez, otro de los integrantes del equipo.
La fabricación de cada componente, desde el chasis hasta la suspensión, se realiza con altos estándares de calidad, asegurando que el coche tenga el rendimiento necesario para competir en eventos de talla mundial.
Aprendizaje que trasciende el aula
Más allá del diseño y la manufactura, la participación en la Fórmula SAE permite a los estudiantes adquirir experiencia real en el sector. Desde la gestión de proveedores hasta la resolución de problemas técnicos en tiempo real, este tipo de proyectos representan un puente entre la academia y la industria.
“La competencia está diseñada para que los estudiantes se desarrollen como profesionales desde antes de egresar. Aprendemos a interactuar en un entorno laboral real, recibiendo retroalimentación constante y mejorando nuestras habilidades tanto técnicas como de liderazgo”, destaca Anhur Pineda.
Por su parte, Samantha Paz resalta la importancia del trabajo en equipo: “Ha sido un reto poder comunicarme de manera asertiva con mis compañeros y transmitir mis ideas de manera clara. Pero el aprendizaje ha sido invaluable, pues esta experiencia nos da herramientas que utilizaremos toda nuestra vida profesional”.
Un mensaje para el futuro
El equipo de la UNAM busca inspirar a más estudiantes a sumarse a proyectos de ingeniería aplicada. El mensaje es claro: la iniciativa y la constante innovación son clave para el crecimiento profesional y la competitividad en la industria.
“Invitamos a todos los estudiantes interesados a que se animen a explorar nuevas oportunidades, a aprender y a innovar constantemente. Siempre hay algo que mejorar, algo que simplificar, y esta es la clave del éxito en cualquier industria”, concluye Hugo Sánchez.
El futuro de la manufactura en México está en manos de quienes se atreven a innovar y a desafiar los límites de la ingeniería. Iniciativas como la de la UNAM demuestran que el talento y la capacidad para competir a nivel global están presentes en nuestras universidades, y que con el apoyo adecuado, pueden transformar la industria automotriz y de manufactura en el país.
