La inclusión y accesibilidad financiera se ha convertido en uno de los temas centrales en la agenda de líderes gubernamentales, empresarios y organismos multilaterales. En un mundo donde las disparidades económicas continúan ampliándose, garantizar que más personas y empresas —sobre todo en mercados emergentes— cuenten con acceso a instrumentos financieros digitales no solo fomenta la autonomía económica, sino que también impulsa el desarrollo sostenible de las naciones.
Durante la más reciente edición del Foro Económico Mundial 2025, celebrado en Davos, el enfoque sobre la accesibilidad financiera fue contundente. El evento reunió a destacadas personalidades del sector público y privado, quienes coincidieron en que la democratización de las finanzas digitales es crucial para reducir la desigualdad, promover el crecimiento y fortalecer la resiliencia económica.
Uno de los principales defensores de esta visión fue René Saúl, CEO de Kapital Bank, quien compartió la experiencia de la institución en la implementación de soluciones tecnológicas para pequeñas y medianas empresas (PyMEs). En su ponencia sobre la urgencia de fortalecer la inclusión financiera, Saúl subrayó la necesidad de considerar la accesibilidad financiera como una prioridad global.
“Al democratizar el acceso a herramientas financieras digitales, podemos empoderar a millones de personas que actualmente están excluidas del sistema financiero tradicional”, afirmó. Según el directivo, este proceso no solo mejora el bienestar individual de los usuarios, sino que también crea círculos virtuosos de crecimiento en las economías locales, con impactos positivos a largo plazo.
El papel de la tecnología en la reducción de brechas
La innovación tecnológica se presenta como el catalizador clave para lograr una mayor accesibilidad financiera. En los últimos años, soluciones como la banca digital, las billeteras electrónicas y las plataformas de préstamo en línea han permitido que más personas gestionen sus finanzas sin necesidad de costosas infraestructuras físicas. Esta digitalización resulta especialmente valiosa en regiones con menor densidad de sucursales bancarias, donde la población solía estar desatendida o subatendida por el sistema financiero tradicional. De acuerdo con Saúl, “la tecnología tiene el poder de transformar vidas”, ya que elimina barreras geográficas y reduce costos operativos, factores determinantes en la inclusión de los sectores más vulnerables.
Este optimismo tecnológico, sin embargo, requiere de una sólida estructura que garantice no solo la adopción masiva de servicios digitales, sino también la protección de los usuarios. El CEO de Kapital Bank enfatizó la necesidad de responsabilidad y transparencia en la implementación de toda solución digital: “La protección de datos y la seguridad de los usuarios deben ser pilares fundamentales de cualquier iniciativa en este ámbito”. Para lograrlo, se requiere una colaboración multisectorial que establezca marcos regulatorios eficaces, sistemas de gobernanza clara y políticas de ciberseguridad robustas.
Colaboración público-privada para escalar la inclusión
La experiencia de Kapital Bank, con presencia en México y Colombia, revela que el éxito en el desarrollo de la inclusión financiera depende, en gran medida, de la colaboración entre el sector público y el privado. Instituciones bancarias, gobiernos y organizaciones no gubernamentales deben unificar esfuerzos para crear un entorno propicio de innovación y confianza. Este es un aspecto fundamental para los tomadores de decisiones y líderes del sector industrial, quienes buscan alianzas que combinen fortalezas tecnológicas, regulatorias y económicas para lograr un impacto sostenible.
Durante la sesión “Empoderar a las personas con infraestructura pública digital”, René Saúl insistió en que solo a través de la convergencia de intereses se podrá garantizar un futuro financiero más inclusivo. La construcción de infraestructura digital pública —que vaya desde la conectividad a internet en zonas rurales hasta la capacitación de los usuarios— es clave para que las poblaciones vulnerables se beneficien de las ventajas de la banca en línea y otros servicios financieros innovadores. Asimismo, la participación de empresas del sector industrial puede facilitar la adopción de tecnologías que agilicen cadenas de suministro, promuevan la competitividad y faciliten el acceso al capital de trabajo.
Confianza, seguridad y transparencia
Si bien la tecnología es el motor de la transformación, la confianza es el combustible que permitirá a esta agenda escalar y consolidarse. En un entorno de creciente digitalización, los riesgos de fraude y vulneraciones de datos aumentan, lo que puede minar la credibilidad tanto de las instituciones financieras como de los emprendimientos tecnológicos que buscan soluciones de inclusión. Por ello, la inversión en ciberseguridad y la definición de marcos normativos claros son elementos indispensables para proteger tanto a los usuarios finales como a las propias entidades bancarias.
En este sentido, René Saúl subrayó que la incorporación de inteligencia artificial en la oferta de servicios financieros brinda un valor adicional, siempre y cuando se apliquen estrictos protocolos de ética y responsabilidad. Para Kapital Bank, la adopción de IA permite agilizar la aprobación de préstamos, optimizar la gestión de flujo de caja y ofrecer productos a la medida para PyMEs, pero siempre bajo la premisa de transparencia y rendición de cuentas.
Oportunidades y desafíos para el sector industrial
La transformación digital en el sector financiero presenta grandes oportunidades para las empresas industriales, que requieren de soluciones de financiamiento flexibles y accesibles para asegurar la continuidad de sus operaciones. Las PyMEs industriales, en particular, enfrentan desafíos en la gestión de inventarios y el flujo de efectivo, por lo que contar con plataformas de crédito y pagos digitales puede marcar la diferencia entre el crecimiento y la estancación. Así, la existencia de servicios bancarios adaptados a sus necesidades específicas puede fomentar la inversión en innovación, la ampliación de plantas productivas y la generación de empleos de calidad.
No obstante, también existen desafíos que es preciso atender con urgencia. Entre ellos, la brecha digital en zonas de menor desarrollo, la falta de educación financiera y la escasez de recursos para la modernización de procesos. Esta realidad exige a los líderes industriales y a los tomadores de decisiones analizar el retorno de la inversión en infraestructura y capacitación, con miras a lograr una transformación integral. El acceso al financiamiento debe ir de la mano con la formación de competencias digitales y la adopción de prácticas sostenibles que promuevan la competitividad global.
Lecciones clave del Foro Económico Mundial 2025
La intervención de René Saúl en Davos concluyó con la presentación de cuatro puntos fundamentales que sintetizan los esfuerzos requeridos para impulsar la inclusión financiera:
- Accesibilidad como prioridad: Garantizar que más personas tengan acceso a servicios financieros digitales es esencial para reducir la desigualdad y potenciar el crecimiento económico.
- Colaboración público-privada: La construcción de soluciones efectivas exige la unión de gobiernos, empresas y sociedad civil para implementar modelos de negocio escalables y sostenibles.
- Confianza y seguridad: La inversión en tecnología debe ir acompañada de un compromiso firme con la protección de datos y la transparencia. Sin la credibilidad de los usuarios, la adopción de soluciones digitales se estanca.
- Habilitación tecnológica: Las herramientas digitales no solo ayudan a realizar transacciones, sino que también empoderan a las personas para mejorar la gestión de sus recursos, emprender proyectos y promover el desarrollo comunitario.
Estas conclusiones coinciden con la perspectiva de diversos paneles y mesas de trabajo en el Foro, donde se debatieron estrategias para abordar problemas como la falta de identidad financiera, la implementación de monedas digitales de banco central (CBDC) y la importancia de la educación financiera desde edades tempranas. Cada ponencia enfatizó la urgencia de diseñar planes de acción concretos para garantizar que el progreso tecnológico beneficie a toda la población, sin dejar a nadie atrás.
El compromiso de Kapital Bank
En el panorama bancario global, Kapital Bank se erige como un ejemplo de cómo la adopción de la inteligencia artificial y la digitalización de procesos pueden abrir nuevas puertas a las PyMEs. Con su presencia en México y Colombia, ofrece soluciones empresariales adaptadas a diversos entornos económicos, posibilitando a las pequeñas y medianas empresas competir en igualdad de condiciones con grandes corporaciones, pero a una fracción del costo. Esta propuesta de valor se convierte en una herramienta vital para la recuperación económica y el fortalecimiento del sector industrial, impulsando cadenas de valor más ágiles y resilientes.
La visión de René Saúl, CEO de Kapital Bank, invita a reflexionar sobre el poder de la convergencia tecnológica y la participación activa de todos los actores involucrados. “Sin embargo, es fundamental que la implementación de estas soluciones se realice de manera responsable y transparente”, recalcó, insistiendo en el rol de la ética como eje rector de cualquier innovación financiera. El compromiso de la institución se ve reflejado en la búsqueda permanente de estrategias de seguridad, en la capacitación de sus clientes y en el desarrollo de plataformas capaces de crecer al ritmo de las necesidades cambiantes del mercado.
Una hoja de ruta hacia la transformación
En un contexto cada vez más incierto, marcado por tensiones geopolíticas y crisis económicas cíclicas, la accesibilidad financiera emerge como una vía tangible para promover la estabilidad y la resiliencia. Para los tomadores de decisiones y ejecutivos del sector industrial, la adopción de herramientas financieras digitales no es un lujo, sino una prioridad para garantizar la competitividad de sus organizaciones y la sostenibilidad de sus proyectos a largo plazo.
La lección que deja el Foro Económico Mundial 2025 es clara: la inclusión financiera debe abordarse como un esfuerzo transversal que combine tecnología de vanguardia, marcos regulatorios sólidos y una cultura de colaboración intersectorial. Al priorizar la accesibilidad y la educación financiera, se sientan las bases para un desarrollo económico más equitativo. En este sentido, la labor de instituciones como Kapital Bank y la visión de líderes como René Saúl representan pasos decisivos hacia una economía global donde todos puedan acceder a oportunidades financieras con transparencia, seguridad y eficacia.
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