La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha implementado desde hace unos días un aumento significativo en sus tarifas eléctricas para este año. Este ajuste, propuesto en el Paquete Económico 2025 por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), busca responder a la creciente demanda eléctrica y garantizar tarifas competitivas para los usuarios.
Además, el ajuste de tarifas responde a factores como el aumento en el costo de los combustibles fósiles. Incluyendo, fluctuaciones en los tipos de cambio e incremento en los costos de operación de la infraestructura energética nacional.
Sin embargo, este incremento es el más elevado en los últimos cinco años, el cual afectará de manera importante a grandes consumidores del sector industrial con un aumento promedio que oscila entre el 8% y el 12%. Tan solo, durante el periodo de septiembre de 2023 a septiembre de 2024, los aumentos habían sido de entre el 3.39% y el 3.89%, dependiendo de la región y el horario de consumo.
Las tarifas más impactadas pertenecen a empresas del sector industrial en las categorías GDMTH, DIST y DIT. Siendo el Noroeste y el Centro Sur del país las zonas más afectadas. Estas incluyen los estados del Estado de México, Morelos y Ciudad de México, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora.
Las tarifas en la zona de de Baja California Sur para empresas del sector industria en las categorías GDMTH, DIST y DIT son las que sufrieron una mayor alza. Seguida por la región Centro Sur, que abarca a los estados de Estado de México, Morelos y Ciudad de México. Y la región Noroeste que está compuesta por los estados de Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora.
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Sin lugar a dudas, este aumento tendrá importantes repercusiones en los costos de operación y la rentabilidad de las empresas industriales en México. Lo que podría comprometer su competitividad en el mercado internacional en la era del nearshoring y afectar la economía nacional. Dado que el sector industrial representa aproximadamente el 58% de la demanda total de electricidad en el país.
Otros efectos significativos a tomar en cuenta del aumento de los costos energéticos son el traslado al consumidor, encareciendo los productos finales. Así como la desincentivación de la inversión, especialmente en industrias intensivas en energía.
Alejandro Fajer, director de operaciones de Quartux, comentó que el sector industrial mexicano enfrenta un incremento en las tarifas eléctricas de la CFE.
“Ese gran desafío no solo afecta los costos de operación, sino que también pone en riesgo la competitividad en mercados internacionales, ante el boom del nearshoring en nuestro país. Sin embargo, en Quartux, creemos que este representa una oportunidad para innovar y transformar la gestión energética de las industrias. Así como invertir en nuevas soluciones energéticas como las que ofrecen los sistemas de almacenamiento energético (BESS)”, describió.
En ese sentido, para mitigar los impactos de estos aumentos, las empresas pueden considerar alternativas a la energía convencional. Como la generación distribuida, complementada con soluciones de almacenamiento energético, como las que ofrece Quartux. Esta estrategia permite optimizar la factura eléctrica bajo las tarifas GDMTH mediante la gestión de la demanda y el consumo.
De esta forma, las empresas pueden reducir su demanda energética durante las horas pico, almacenando energía durante períodos de menor demanda. Y así, abaratar costos hasta en un 40%, mejorar la eficiencia operativa y protegerse contra eventualidades en la red eléctrica, como apagones.
Finalmente, si bien el aumento en las tarifas de la CFE representa un reto importante para el sector industrial en 2025, también presenta una oportunidad para evolucionar hacia un modelo energético más moderno, eficiente y sostenible.