La producción sostenible en la industria de alimentos y bebidas es una necesidad ineludible en un mundo que enfrenta desafíos ambientales y sociales sin precedentes.
Esta industria tiene un impacto considerable en el medio ambiente, desde la emisión de gases de efecto invernadero hasta la utilización de recursos naturales.
Por esa razón, la adopción de prácticas y tecnologías sostenibles resulta esencial para la preservación del planeta. Además de garantizar la viabilidad a largo plazo de las empresas alimentarias.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el sector agrícola, que suministra materias primas a la industria, contribuye con aproximadamente el 24% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Además, la producción intensiva de alimentos ha llevado a la degradación de suelos y la pérdida de biodiversidad. Factores que comprometen la capacidad de la Tierra para seguir siendo una fuente de alimentos segura y abundante.
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La producción sostenible implica hacer uso eficiente de materias primas y energía. Así como reducir impactos ambientales.
Por ejemplo, contar con materias primas sostenibles; es decir, se pueden hacer compras de inusmos verdes y adaptar recetas para eliminar ingredientes insostenibles
Además, se pueden reducir los residuos. Así como limitar la cantidad de envases, mejorarlos y reutilizarlos es clave. Porque así consume menos energía y materiales, además de que tener ahorro económico.
Igualmente, reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos. Es importante sensibilizar la revisión de productos para reducir pérdidas de inventario, un envasado optimizado o auditorías de desechos.
Asimismo, mejorar el transporte y la distribución. Esto posible realizando un control de calidad y eficiencia de las operaciones de logística. Y optimizando el almacenamiento y las rutas.
Adicionalmente, optimizar la eficiencia energética. Esto se puede hacer instalando medidores, monitoreando regularmente o implementando soluciones que permitan integrar energías renovables. Los fabricantes de alimentos y bebidas pueden ir más allá en la electricidad renovable.