A unos meses de la entrada en funciones de una nueva administración federal, México se mantiene como uno de los países más atractivos para invertir.
Tras las elecciones presidenciales del mes de junio, ocho agencias calificadoras mantuvieron el grado de inversión para México.
Antes, en mayo, las calificadoras KBRA, DBRS y JCR reafirmaron la calificación crediticia de la deuda de largo plazo en moneda extranjera de México, con perspectiva estable. Es decir, no esperan cambios en la política económica de México para los próximos meses.
Igiualmente, la agencia japonesa Japan Credit Rating Agency (JCR) ratificó la calificación de la deuda de largo plazo en moneda extranjera de México en A-. Es decir, cuatro escalones por encima del grado de inversión con perspectiva estable.
“La acción fue respaldada por “a sólida base industrial del país orientada a las exportaciones, sus políticas monetarias y cambiarias flexibles y ágiles. Así como a su alta resiliencia a los shocks externos, aunque restringida por la industria petrolera que necesita modernización”, explicó la agencia.
Adicionalmente, Kroll Bond Rating Agency refrendó la calificación de la deuda de largo plazo en moneda extranjera de México en BBB con perspectiva estable. Frente a las expectativas de un retorno a la restricción fiscal después de las elecciones y las oportunidades por la relocalización de cadenas productivas.
Mientras tanto, la calificadora Morningstar DBRS ratificó las calificaciones de largo plazo en moneda local y extranjera de México en BBB. Estima que la próxima administración heredará una economía estable impulsada por una sólida demanda interna.
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En meses previos, las calificadoras más importantes como Fitch, Moody’s, Standard and Poor’s y HR Ratings, confirmaron la nota sobre México para este año. Al mismo tiempo, comentaron que mantendrán vigilancia sobre las finanzas públicas para el próximo gobierno.
Las calificadoras Fitch, Standard and Poor’s y Moody’s coincidieron que los principales retos para el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, son el déficit fiscal, los apoyos a Pemex y apuntalar las ventajas del nearshoring.
