En plena recuperación por la crisis de la pandemia, la industria automotriz se puede ver gravemente afectada por la huelga de trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis.
El sindicato United Auto Workers (UAW), que reúne a unos 145,000 trabajadores de la industria automotriz en Estados Unidos, ha declarado una huelga parcial. Elparo afecta a los tres grandes fabricantes de vehículos del país tras no llegar a un acuerdo. Se trata de una medida que ha sido calificada de histórica.
De momento, el paro laboral se está desarrollando en tres plantas, una de cada uno de los grupos alcanzados por la medida. Se trata de una instalación de General Motors (GM) en Missouri, una de Ford en Michigan y una de Stellantis (antes Fiat Chrysler) en Ohio.
De acuerdo con varios reportes, la huelga alcanza a unos 12,700 trabajadores, aunque podrían sumarse otros más adelante.
Según define el propio sindicato, esta huelga consiste en convocar algunos parones locales e ir sumando cada vez más. Lo que proporciona máxima influencia y flexibilidad en la lucha por conseguir un contrato justo en cada uno de los tres grandes fabricantes de automóviles.
La convocatoria a huelga se ha producido debido a que los trabajadores piden a General Motors, Ford y Stellantis recuperar beneficios perdidos hace más de una década. Cuando las empresas carecían de liquidez y estaban al borde de la quiebra.
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Según el sindicato, Ford, GM y Stellantis obtuvieron en conjunto un cuarto de trillón de dólares en ganancias en América del Norte durante la última década. Pero los miembros del trabajadores nunca obtuvieron su parte justa.
Como resultado, el sindicato ha rechazado aumentos salariales de dos dígitos. Con la intención de materializar sus ambiciosas reivindicaciones respecto a los salarios, prestaciones y protección de empleo en un contexto en el que los “Tres Grandes fabricantes” han registrado enormes beneficios.
